Greedy Jill: la vista puesta en crecer
Autodidacta, Tomás Sepúlveda (27) creó Greedy Jill, su propia cervecería, en 2018, aunque llevaba produciendo cerveza desde 2015. Desde entonces, ha crecido y se ha especializado, lo que le ha dado la confianza necesaria para invertir y, dentro de poco, duplicar o incluso triplicar su producción.
La empresa de Tomás, además de aumentar su capacidad, está pronta a dar varios saltos con el objetivo de buscar un nuevo público y seguir creciendo y consolidando la marca: se trasladará desde Valparaíso, donde está ubicado desde su origen, a Casablanca y le dará una nueva identidad más campestre a la cervecería, que, hasta el momento, se identifica con los perros. De hecho, cuenta el fundador de Greedy Jill, de esto último viene el nombre de la marca: Jill era su mascota, Greedy significa goloso y ambas palabras se unieron luego de ver, ocasión tras ocasión, a Gill comerse todo el bagazo.
Tras cinco años (formalmente) en el rubro, Tomás destaca la buena energía que hay entre los emprendedores: “El rubro es súper entretenido por la gente. Hay buena convivencia. Siempre cuando uno emprende te preguntas cuál es la competencia que hay, pero en este sector tus competidores no son realmente 100% competidores, porque el consumidor siempre busca distinto, no se casa con uno. Entonces eso ha sido súper entretenido, entender el mundo de la cerveza y la relación que se crea entre todos, que no sé si se da mucho en otros rubros”.
Ahora, respecto a los mayores dolores, bromea: “El dolor de espalda por cargar barriles”. Pero si tuviera que hablar en serio, comenta: “La pandemia, que frenó el negocio. Yo me movía mucho más con barril, pero las cuarentenas me frenaron harto y me pasé al formato lata”. Desde ese momento, entonces, está ideando un nuevo canal, el e-commerce que lanzará próximamente, a través del cual venderá sus cinco cervezas —y una o dos experimentales que van rotando—. Este se sumará a la venta en barriles a locales de Valparaíso, Viña, Concón y Reñaca.
“SÚPER CONFIABLES”
Sobre su experiencia trabajando con BRIGHT, Tomás destaca “la disponibilidad del momento, ya que tiene stock”. Además, cierra, “la asesoría la he encontrado muy buena y los equipos son de muy buena calidad, súper confiables. La respuesta también es rápida, conocen sus equipos y saben las necesidades que tiene el cliente”.
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